Las intensas lluvias en Valencia han dejado una devastadora cifra de fallecidos y desaparecidos, provocando la furia de los habitantes de Paiporta. Durante la visita de los reyes Felipe VI y Letizia, junto con el presidente del gobierno Pedro Sánchez y el presidente valenciano Carlos Mazón, los ciudadanos reaccionaron con gritos de protesta y lanzamientos de lodo, exigiendo mayor apoyo y señalando la falta de alertas previas.
En el municipio de Paiporta, uno de los más afectados por las lluvias torrenciales en Valencia, la visita de los reyes Felipe VI y Letizia, así como de los líderes políticos Pedro Sánchez y Carlos Mazón, fue recibida con un ambiente de indignación. Los vecinos, dolidos por las pérdidas y enojados por la falta de alertas oportunas, lanzaron bolas de lodo y gritos de "¡asesinos!" hacia la comitiva oficial, demandando una respuesta ante la tragedia. La falta de apoyo y las consecuencias de la depresión aislada en niveles altos (DANA) dejaron a la comunidad con un saldo devastador de al menos 216 muertos y unos 1,900 desaparecidos.
El Rey, que aguantó el lanzamiento de objetos y fango, camina con los vecinos de Paiporta./Foto: EFE
En medio de la protesta, la tensión aumentó, particularmente dirigida al presidente Sánchez, quien fue retirado rápidamente por su equipo de seguridad. Los guardaespaldas abrieron paraguas para proteger a los monarcas y funcionarios de las bolas de lodo lanzadas por los residentes encolerizados. Incluso se requirió la intervención de agentes policiales a caballo para dispersar a la multitud que agitaba palas y palos, lo que dificultó aún más la visita de la comitiva.
La comitiva intentaba mostrar solidaridad con los damnificados, pero el recorrido fue interrumpido a pocos minutos de su inicio. La reacción de los vecinos, que también incluyó el lanzamiento de piedras y objetos hacia el equipo oficial, forzó la cancelación de la visita a otra localidad, Chiva. La salida apresurada de Sánchez fue marcada por manifestantes que rodearon y golpearon su vehículo oficial, causando daños y rompiendo algunos cristales mientras el resto de la comitiva oficial enfrentaba una desaprobación masiva.
Durante el altercado, el rey Felipe VI, a pesar de verse cubierto de barro, mantuvo la calma e intentó conversar con algunos vecinos. Entre los reclamos, una mujer le expresó a la reina Letizia que ellos lo habían perdido todo sin recibir ayuda alguna. Otros vecinos, aunque aclararon que sus quejas no eran directamente contra los monarcas, señalaron a Sánchez y Mazón por dejarlos en una situación de abandono ante la crisis.
Mientras tanto, el alcalde de Bonaire, Guillermo Luján, informó sobre el riesgo de más víctimas en el estacionamiento de 5,700 plazas inundado, donde podrían hallarse personas atrapadas. Con la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias y buzos especializados, el esfuerzo de rescate continúa, aunque el alcalde anticipó que las escenas podrían ser desgarradoras, al recordar que el estacionamiento tenía unas 700 personas cuando se ordenó su desalojo inmediato.
Las labores de limpieza y rescate en Valencia siguen en marcha gracias a miles de voluntarios y residentes que, pese a la limitación de movimientos decretada por el gobierno autonómico, decidieron ayudar a los afectados. Sánchez, en un mensaje posterior, rechazó la violencia y aseguró que el principal objetivo es salvar vidas y reconstruir la región. A pesar de los rumores de participación de grupos de extrema derecha en las protestas, el presidente instó a no desviarse de la recuperación ante el riesgo de nuevas tormentas en Cataluña y Tarragona, donde se han suspendido clases para evitar más tragedias.
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