Este tramo, utilizado como retorno por conductores provenientes de varios municipios mexiquenses, se vuelve intransitable durante la temporada de lluvias, generando riesgos y retrasos.
El bajo puente es crucial para quienes vienen de municipios como Otzolotepec, Xonacatlán y Zolotepec, así como para aquellos que buscan regresar hacia Toluca desde estas áreas. Sin embargo, durante la temporada de lluvias, el agua del Río Lerma se estanca en este túnel, cubriendo casi por completo las llantas de los vehículos y convirtiendo el cruce en una hazaña peligrosa que pone en riesgo tanto a los conductores como a sus acompañantes.
El tramo inundado se ha vuelto intransitable para la mayoría de los automóviles, con excepción de la maquinaria pesada, que es la única capaz de atravesar el túnel sin temor a quedar estancada. La situación obliga a los conductores a recorrer varios kilómetros adicionales para encontrar un retorno seguro, lo que no solo aumenta el tiempo de viaje, sino que también expone a los vehículos a los baches que abundan en la carretera, generando un riesgo adicional de accidentes.
Cubierto de agua el bajo puente de la Toluca-Naucalpan./ Foto: Luis Camacho, El Sol de Toluca.
Además, este túnel se ha convertido en un refugio improvisado para perros callejeros, quienes buscan protección contra el clima bajo las condiciones difíciles que imperan en la zona. A pesar de que esta situación se repite año con año durante la temporada de lluvias, las autoridades no han realizado trabajos de desazolve que permitan una solución definitiva al problema, dejando a los ciudadanos a merced de estas condiciones adversas.
La falta de intervención y mantenimiento por parte de las autoridades locales ha dejado a este bajo puente en un estado de deterioro continuo, haciendo del retorno un riesgo que los automovilistas deben enfrentar cada temporada de lluvias, sin una solución a la vista.
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