La región de Medio Oriente se encuentra al borde de un conflicto mayor tras el asesinato de líderes de Hamás y Hizbulá, lo que ha generado amenazas de represalias por parte de Irán.
El asesinato de Ismail Haniyeh, un alto dirigente de Hamás, en Teherán ha desencadenado promesas de venganza por parte de Irán, que culpa a Israel del ataque. En respuesta, el líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, ha ordenado un ataque directo contra Israel. Paralelamente, Hizbulá en Líbano, respaldado por Irán, ha intensificado sus ataques contra Israel, elevando la posibilidad de una escalada en la región.
La gente sostiene carteles del líder del grupo palestino Hamas en Teherán, Irán, el 31 de julio de 2024. / Foto: Reuters
El asesinato de Fuad Shukr, un alto mando de Hizbulá en Beirut, ha agravado las tensiones. El líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah, ha amenazado con represalias importantes, marcando una nueva fase en el conflicto con Israel. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud ha enviado suministros médicos de emergencia a Líbano en previsión de un conflicto mayor.
En medio de estas tensiones, líderes internacionales, incluidos Estados Unidos y Jordania, han intensificado sus esfuerzos diplomáticos para evitar una guerra más amplia. Mientras tanto, varios países occidentales han instado a sus ciudadanos a abandonar Líbano e Irán debido a la creciente incertidumbre en la región.
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