El doctor Mark Chavez, de San Diego, ha admitido su culpabilidad en la muerte del actor Matthew Perry tras reconocer que suministró ketamina de manera ilegal. Se trata del tercer profesional de la salud involucrado en este caso, mientras la Fiscalía sigue investigando a otros sospechosos.
Dr. Mark Chavez en la corte de Los Ángeles el 30 de agosto de 2024. /Foto: Damian Dovarganes/AP
Chavez, de 54 años, compareció ante el Tribunal Federal de Los Ángeles, donde se declaró culpable de su participación en la sobredosis fatal del actor Matthew Perry. Durante la audiencia, Chavez reconoció haber suministrado el anestésico quirúrgico ketamina, que, según los fiscales, fue la causa principal de la muerte del actor. El médico llegó a un acuerdo con los fiscales en julio, aceptando cooperar en la investigación para intentar esclarecer la responsabilidad de otros involucrados.
La Fiscalía acusa a Salvador Plasencia, otro médico, de haber proporcionado directamente la ketamina a Perry. Además, Jasmine Sangha, conocida en Los Ángeles como la "reina de la ketamina", está siendo investigada por presuntamente haber suministrado las dosis fatales al actor. En su declaración, Chavez admitió haber obtenido fraudulentamente 22 viales y nueve pastillas de ketamina para Perry a través de reuniones con Plasencia.
Durante la audiencia, Chavez aceptó renunciar a su derecho a un juicio y admitió su responsabilidad en los hechos descritos por los fiscales. Su sentencia está programada para el 2 de abril, y hasta entonces, permanece en libertad bajo fianza. Entre las condiciones impuestas, ha entregado su pasaporte y acordado renunciar a su licencia médica. Su abogado, Matthew Binninger, confirmó ante los medios que Chavez "acepta la responsabilidad" por sus actos.
Matthew Perry en la premiere de "Ride" en 2015. / Foto: Rich Fury/Invision/AP
Matthew Perry, conocido por su papel en la serie "Friends", fue encontrado muerto por su asistente el 28 de octubre de 2023. El actor había estado utilizando ketamina como parte de un tratamiento experimental para la depresión, pero este tratamiento aún no había sido aprobado oficialmente. Ante la dificultad para obtener más de la cantidad recetada, Perry buscó suministros ilegales a través de Plasencia y Chavez.
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