Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ha anunciado su renuncia como líder del Partido Liberal, cargo que ha ostentado durante once años. La decisión llega en medio de una creciente desconfianza dentro de su partido y ante los pronósticos de una posible derrota en las elecciones de octubre.
Trudeau confirmó que dejará el liderazgo del Partido Liberal y el cargo de primer ministro una vez que se elija a su sucesor. En su discurso, destacó que su renuncia busca garantizar una opción viable para los votantes en las próximas elecciones, al tiempo que reconoció las dificultades que enfrentó al lidiar con disputas internas dentro del partido.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en una rueda de prensa en Ottawa/ Foto: Reuters
La decisión de Trudeau se da tras un periodo de declive en su popularidad, evidenciado en encuestas que muestran una notable ventaja para los conservadores. Además, su partido ha perdido terreno en elecciones especiales recientes, lo que ha generado incertidumbre sobre su capacidad para liderar un nuevo ciclo electoral exitoso.
Uno de los momentos más críticos de su mandato fue la renuncia de Chrystia Freeland, exministra de Finanzas y una de sus aliadas más cercanas. Freeland abandonó el cargo tras acusar a Trudeau de anteponer estrategias políticas a las necesidades del país, lo que subrayó las tensiones internas dentro del Partido Liberal.
La oposición conservadora ha prometido impulsar una moción de censura una vez que se reanuden las actividades parlamentarias en marzo, lo que pone en jaque la estabilidad del gobierno. Mientras tanto, el expresidente estadounidense Donald Trump no perdió la oportunidad de criticar a Trudeau, calificándolo como “gobernador del estado 51” y avivando tensiones entre ambos países.
Con un historial de tres victorias electorales consecutivas, Trudeau deja un legado mixto. Aunque llegó al poder con una agenda progresista que lo distinguió en la política norteamericana, sus últimos años estuvieron marcados por escándalos, divisiones internas y una creciente desafección entre los votantes. Su salida abre un nuevo capítulo para el Partido Liberal y el futuro político de Canadá.
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