La decisión marca un giro en sus promesas de no utilizar el poder presidencial para beneficiar a su familia, generando controversia política a semanas de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia.
Hunter Biden fue acusado de delitos graves tras ser investigado por mentir en un formulario federal sobre el uso de drogas al adquirir un arma en 2018 y por no pagar más de 1.4 millones de dólares en impuestos. A pesar de enfrentar penas de hasta 42 años en prisión, los fiscales habían planteado la posibilidad de una condena menor. El indulto, otorgado por su padre, pone fin a estos casos y evita las sentencias.
Aunque dijo que no habría indulto, el presidente "perdona" a su hijo. Foto: AFP
La Casa Blanca había descartado previamente la posibilidad de un indulto, con declaraciones de Joe Biden y su secretaria de prensa negando esa opción. Sin embargo, el mandatario justificó su decisión al señalar que los casos contra su hijo surgieron por motivaciones políticas. Subrayó que Hunter fue señalado únicamente por ser su hijo, atribuyendo los cargos a opositores que buscaban atacarlo políticamente.
El presidente electo, Donald Trump, criticó la medida, calificándola de abuso y comparándola con el trato a los involucrados en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Trump cuestionó si el indulto de Biden incluye a esos prisioneros, manteniendo su narrativa de que son víctimas de errores judiciales. Estas declaraciones intensificaron el debate político en un contexto de alta polarización en Estados Unidos.
Además, Hunter Biden, tras aceptar la indulgencia, expresó su gratitud y reiteró su compromiso de apoyar a personas que enfrentan adicciones similares a las que él sufrió. Mientras tanto, Trump anunció el nombramiento de Massad Boulos, suegro de su hija Tiffany, como asesor principal en Asuntos Árabes y de Medio Oriente, consolidando alianzas con la comunidad árabe-estadounidense, especialmente en Michigan, en el marco de su próxima administración.
La decisión de Joe Biden refleja una polémica mezcla de compasión familiar y desafío político, que podría marcar su legado mientras el país se prepara para un cambio de liderazgo.
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