Este ataque, dirigido a una supuesta instalación de almacenamiento de cohetes de Hezbollah, ha generado tensiones en un conflicto que ya dejó miles de muertos y desplazados.
El ejército israelí afirmó que el ataque se debió a una actividad de Hezbollah en la zona, y aunque no se reportaron víctimas inmediatas, la Agencia Nacional de Noticias del Líbano informó de dos heridos en un incidente previo. Según Israel, el bombardeo se produjo en respuesta a violaciones del acuerdo de alto el fuego, señalando a “sospechosos” que intentaban ingresar a áreas restringidas en el sur del Líbano.
![Edificio destruido en los suburbios del sur de Beirut el 27 de noviembre de 2024, después de que entrara en vigor un alto el fuego entre Israel y Hezbollah./Foto: AFP vía Getty Images](https://static.wixstatic.com/media/0b72fe_c3528ba5440e486aa657ed74f6e0ece7~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_653,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/0b72fe_c3528ba5440e486aa657ed74f6e0ece7~mv2.jpg)
Edificio destruido en los suburbios del sur de Beirut el 27 de noviembre de 2024, después de que entrara en vigor un alto el fuego entre Israel y Hezbollah./Foto: AFP vía Getty Images
El acuerdo de tregua, que estipula un cese al fuego inicial de dos meses, incluye el retiro de los milicianos de Hezbollah al norte del río Litani y la patrulla de fuerzas libanesas y cascos azules de la ONU en la zona desmilitarizada. Sin embargo, Israel ha advertido que continuará respondiendo a cualquier actividad que considere una amenaza y ha pedido a los civiles mantenerse alejados de las zonas controladas por sus tropas.
Los 14 meses de conflicto entre Israel y Hezbollah, que comenzaron tras el ataque del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamas, han tenido un impacto devastador. En el Líbano, se registraron más de 3,760 muertes, en su mayoría civiles, mientras que en Israel más de 70 personas perdieron la vida, incluidos soldados en combate. Además, la guerra ha desplazado a más de 1.2 millones de personas en el Líbano y a 50,000 en Israel, dejando comunidades desiertas y viviendas dañadas.
Pese al cese al fuego, el regreso de desplazados a sus hogares ha sido limitado y peligroso. En el Líbano, miles han ignorado las advertencias de mantenerse fuera de ciertas áreas, mientras que, en Israel, comunidades como Menara continúan deshabitadas y con graves daños materiales. Aunque las fuerzas israelíes prometen retirarse gradualmente, la fragilidad del acuerdo y los recientes incidentes generan dudas sobre su viabilidad a largo plazo.
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