Las Águilas arrasaron 40-22 a los Jefes en el Super Bowl 59, frustrando el sueño del tricampeonato y dejando en la lona a Patrick Mahomes y su equipo. Jalen Hurts lideró la ofensiva con una actuación impecable, mientras que los Jefes se desmoronaron en una de sus peores exhibiciones en años.
El partido fue una revancha con sabor a venganza. Dos años después de su derrota en la final de 2023, Filadelfia regresó con un plan perfecto y lo ejecutó con maestría. Desde el primer cuarto, Jalen Hurts impuso su ritmo, acumulando 221 yardas por pase, dos anotaciones aéreas y una por tierra. A su lado, Saquon Barkley rompió la marca histórica de yardas terrestres en una temporada, añadiendo una dosis extra de dominio al juego de Filadelfia.
El segundo cuarto marcó el principio del fin para Kansas City. Mahomes, el astro que parecía imparable se vio errático y nervioso. Capturado repetidamente, cometió errores graves, incluido un pase inexplicable a las manos de Cooper DeJean, quien lo convirtió en touchdown. Filadelfia amplió su ventaja con un pase a A. J. Brown, dejando el marcador en 24-0 al descanso y a los Jefes en una crisis sin precedentes.
En la segunda mitad, Kansas City intentó reaccionar, pero el daño estaba hecho. Mahomes sumó dos intercepciones más y su equipo apenas logró anotar tres veces, demasiado tarde para cambiar el destino del partido. Mientras tanto, Hurts seguía encendido, conectando un pase de 46 yardas con DeVonta Smith para sellar una de las jugadas más memorables de la noche.
El duelo terminó con un Mahomes irreconocible y unas Águilas en la cúspide de la NFL. Jalen Hurts, elegido Jugador Más Valioso, lideró a Filadelfia hacia la gloria, dejando claro que el reinado de Kansas City había llegado a su fin.
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