La propuesta del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que su país tome el control de la Franja de Gaza ha sido ampliamente rechazada por organizaciones palestinas, países árabes, gobiernos occidentales y organismos internacionales. Trump sugirió convertir la Franja en una "Riviera del Medio Oriente" y trasladar a la población palestina a Egipto o Jordania, lo que generó indignación y respuestas firmes en contra de la idea.
Trump sugirió convertir la Franja en una "Riviera del Medio Oriente" y trasladar a la población palestina a Egipto/ Foto: Especial
El grupo islamista Hamas condenó enérgicamente la propuesta y la calificó como una "ocupación estadounidense de la Franja de Gaza y un intento de desplazar a nuestro pueblo". La Autoridad Palestina también rechazó la iniciativa y su portavoz, Nabil Abu Roudeina, afirmó que "los palestinos no serán expulsados de su tierra natal". Por su parte, la ONU advirtió que cualquier traslado forzoso de personas en un territorio ocupado está estrictamente prohibido por el derecho internacional y recordó que la autodeterminación de los pueblos debe ser respetada.
Varios países árabes expresaron su oposición a la propuesta de Trump. Arabia Saudita reiteró su rechazo a cualquier intento de desplazamiento forzado de palestinos o anexión de sus territorios. Egipto insistió en la necesidad de avanzar en la reconstrucción de Gaza sin que su población tenga que abandonarla. Turquía también criticó la declaración del expresidente estadounidense, asegurando que la expulsión de los palestinos de Gaza es inaceptable para la comunidad internacional.
Gobiernos occidentales y otras potencias se sumaron al rechazo. China reafirmó su apoyo a un gobierno palestino dirigido por los propios palestinos y se opuso a cualquier traslado forzoso. Rusia insistió en que cualquier acuerdo en Medio Oriente debe basarse en la solución de dos Estados. Francia, Alemania, España y Reino Unido también se pronunciaron en contra, defendiendo el derecho de los palestinos a permanecer en Gaza y ser parte de un futuro Estado soberano.
Organismos de derechos humanos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional calificaron la propuesta de Trump como una violación flagrante del derecho internacional. Ambas organizaciones señalaron que el desplazamiento forzoso de palestinos podría constituir un crimen de guerra o incluso un crimen contra la humanidad. Ante la polémica, la comunidad internacional continúa exigiendo una solución basada en el respeto a los derechos del pueblo palestino y el cumplimiento de la legalidad internacional.
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