Durante la noche, Ucrania lanzó uno de los mayores ataques con drones en territorio ruso desde el inicio del conflicto, alcanzando Moscú y otras regiones. El incidente dejó un saldo de al menos un muerto y ocho heridos, además de provocar daños en edificios residenciales y la suspensión temporal de vuelos.
Más de 140 aviones no tripulados ucranianos atacaron varias zonas de Rusia, incluida la capital, Moscú, en lo que ha sido considerado uno de los ataques más grandes desde el inicio de la guerra. La ofensiva resultó en la muerte de una mujer en la localidad de Ramenskoye, donde los drones impactaron dos edificios residenciales y generaron incendios. Según el gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobyov, los restos de los drones obligaron a desalojar cinco edificios cercanos.
La ofensiva también afectó la operación de los aeropuertos cercanos a Moscú. Las autoridades rusas cerraron temporalmente los aeropuertos de Vnukovo, Domodedovo y Zhukovsky, y 48 vuelos fueron desviados. Mientras que Vnukovo y Domodedovo reanudaron sus operaciones por la mañana, Zhukovsky permaneció cerrado durante varias horas más debido a los restos de drones que seguían en la zona.
El Ministerio de Defensa ruso informó que lograron interceptar y destruir 144 drones ucranianos en nueve regiones diferentes, tanto en la frontera como más al interior de Rusia. A pesar de esto, algunos drones lograron alcanzar objetivos, como en el caso de Moscú, donde uno de ellos cayó en una vivienda sin causar heridos, según el alcalde de la ciudad, Sergei Sobyanin.
Daños ocasionados por un supuesto ataque con drones ucranianos en Ramenskoye, a las afueras de Moscú, Rusia, el 10 de septiembre de 2024. /Foto: Canal de Telegram del gobernador de la región de Mocús, Andrei Vorobyev, vía AP
Las autoridades ucranianas no emitieron comentarios sobre el ataque, aunque se sabe que Ucrania ha aumentado su producción de drones para realizar incursiones en territorio ruso. Este tipo de ofensivas busca desestabilizar a Rusia, reducir su capacidad bélica y generar inquietud entre su población, en medio de una guerra que ha golpeado duramente a ambos bandos, especialmente en el frente de batalla en la provincia de Donetsk.
Moscú ha sido blanco de ataques en varias ocasiones a lo largo de la guerra. El incidente más notable ocurrió en mayo de 2023, cuando funcionarios rusos informaron que un dron ucraniano intentó atacar el Kremlin, causando daños leves en una de las residencias oficiales del presidente Vladímir Putin. Estos eventos han puesto en duda la eficacia de las defensas antiaéreas rusas, que han fallado en detener completamente los ataques.
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